El cuerpo emocional tiene una expresión física en el tejido conectivo o conjuntivo que se ha denominadofascia o tejido miofascial. Se trata de una red envolvente que interconecta cada célula del organismo, cada fibra, glándula, músculo, órgano o sistema, integrándolo todo, conformando un sistema de transmisión de información más veloz que el sistema nervioso. A la vez da soporte, protección y forma al organismo, permitiendo que los músculos se muevan libremente junto a otras estructuras mientras reduce la fricción. Es un tejido conjuntivo (conectivo) constituido por fibras de colágeno y elastina que proporcionan viscoelasticidad a los tejidos. Las fascias hacen posible los pequeños movimientos fisiológicos como los latidos del corazón y movimientos grandes como la expansión de los pulmones.
El sistema miofascial está basado en los principios de la tensegridad, palabra que resulta de la fusión de tensión e integridad.
Cada emoción se asocia con un área del cuerpo, órgano o sistema, por esto decimos que es un tejido emocional. Todo es mente, todo está en la mente y se proyecta en el cuerpo, que en este sentido funciona como una pantalla de cine, permitiendo ver reflejado en él todo lo que pasa en lo mental / emocional. Cuando se produce un desequilibrio de origen emocional se desencadena una explosión hormonal, que a su vez produce un desequilibrio orgánico que afecta el funcionamiento normal del organismo, produciendo los síntomas que denotan determinada enfermedad.
La fascia es un tejido altamente sensible y reáctil, fácilmente estimulable y estresable, que vibra y se agita a la menor tensión emocional, constituido principalmente por agua y se crispa como un lago sereno del Himalaya ante la presencia de la menor brisa, pudiendo incluso ser afectado por memorias que surgen repentinamente a la superficie.
Parte del trabajo del terapeuta Thai es desenrollar estas capas de tejido que van quedando “arrugadas” o contraídas. Entre los factores que mayormente causan dichas contracciones están nuestras posturas físicas, que generalmente no respetan la biomecánica corporal, o bien el sostenimiento de posturas por largos periodos sin dar movimiento o estiramiento al cuerpo; como resultado este tejido se amolda a la postura indebida y mantenida, se hace rígido y pierde su versatilidad.
Es nuestra labor devolverle la salud del movimiento con actividad física adecuada, mediante estiramientos, yoga, taichi, pilates, así como a través de masajes y terapias: masaje tailandés, Osteo-thai, masaje con aceites, Rolfing y muchas otras. En lo profundo, las verdaderas causas del stress son ocasionadas por las vicisitudes de la vida y el desbalance emocional que nos acarrean, lo que desencadena una sucesión de procesos que terminan en contracturas y bloqueos corporales. Nuestra labor es devolverle la fluidez al ser, aquella que teníamos cuando éramos niños.
La rigidez, disminución de la homeostasis, síntomas o enfermedades son expresiones de bloqueos que vamos acumulando a nivel emocional, bloqueos mentales, con los que obstaculizamos la fluidez y la capacidad de adaptación a las circunstancias, que son siempre cambiantes. Al no aceptar esto estamos expuestos constantemente a frustraciones y stress, ya que lo único inmutable en la vida es justamente el cambio.
La liberación del tejido conectivo, el reajuste osteopático y desbloqueo de las Sib Sen, además del imprescindible balanceo de la energía fluyendo en las glándulas endocrinas y sistema nervioso, son logros que hacen de las disciplinas Thai, terapias muy completas y efectivas para restituir el cuerpo a sus funciones de mantenimiento y reciclaje de energía, liberando lo que está en exceso o ya no necesitamos y llevando energía fresca allí donde más se necesite. Este es el objetivo de esta terapia, devolverle la movilidad sincronizada a todo el organismo, predisponiéndolo a la salud y la sanación.
Ella desarrolló laIntregación Estructural,que es una forma de trabajo corporal que puede reorganizar la fascia o los tejidos conjuntivos de todo el cuerpo.
Hablando con un poco más de propiedad y profundidad, es necesario aclarar que no podemos devolverle la fluidez al ser simplemente trabajando a nivel físico, ya que los bloqueos y síntomas son el último eslabón de la cadena, la consecuencia, por lo tanto, debemos dirigir nuestra atención a la verdadera causa que está situada en la esfera mental-emocional.
La comprensión de la impermanencia (Anicca)y su aceptación e integración profunda en nuestra consciencia, es el único camino real para llevar una vida armónica, equilibrada y fluida. Es la clave verdadera para disminuir el sufrimiento.
Dukkha es un término en lengua Pali que significa sufrimiento, descontento, insatisfacción, sensación de que algo falta, frustración, angustia.
Entender este aspecto de la existencia humana desde la constante y rigurosa comprensión de la impermanencia a nivel de la experiencia es el único camino a la serenidad, versatilidad y fluidez del ser, así como la llave para potenciar su capacidad de adaptación al universo, que inexorablemente no para de transformarse.
Tomando en cuenta los aspectos anteriores, podemos actuar sobre las personas que se disponen a recibir nuestros tratamientos, desde otro nivel de mayor consciencia. Aplicamos nuestros masajes y tratamientos entrenando nuestra mente para que permanezca lo más posible presente, observando, conscientes de la impermanencia y de la unidad del ser, como una totalidad cuerpo-mente-emociones.
Este abordaje tan especial desde la plena consciencia, hará la sensible y definitiva diferencia en el resultado final, el bienestar integral de las personas que acuden a nuestras terapias.
Nuestros pensamientos afectan e influyen poderosamente en el receptor; sabiendo esto hacemos nuestro trabajo a nivel físico, pausadamente, atentos a las mareas tras la piel y atentos igualmente a nuestros pensamientos, presencia e intención, amor y compasión. Liberar los bloqueos en otra persona significa liberarse el terapeuta al mismo tiempo, lo que viene de reconocerse en el otro, de una profunda empatía, de saber que estamos sanando juntos.